El champú es uno de los productos de higiene personal más consumidos. Por eso, deberíamos conocer tips importantes sobre los tipos, ingredientes y compuestos del champú.
Tipos de champú
Actualmente existen multitud de champús en el mercado para todo tipo de cabellos y de situaciones particulares. Los hay para pelo graso, seco, con caspa, para pelo liso o rizado, para cabello teñido, los “fortalecedores” y los “anticaída”. Se trata de uno de los mercados más dinámicos y están en cambio continuamente y sacando nuevas fórmulas, a priori, novedosas.
Lo primero de debemos exigirle a un champú es que limpie nuestro cabello y cumpla con su función de higiene. Hay que tener en cuenta que el resto de acciones que podamos pedirle a nuestro champú serán muy limitadas. Esto se debe al corto tiempo que está en contacto con nuestro cabello.
Ingredientes
Un champú se compone principalmente de agua (hasta un 80%)y de tensioactivos (o surfactantes) que son las sustancias encargadas de disminuir la tensión superficial y disolver la grasa y la suciedad acumulada. Además, suelen llevar algún ingrediente acondicionador (tipo siliconas) para facilitar el desenredado o neutralizar las cargas electrostáticas. A veces, suelen llevar agentes para que hagan más espuma.
También suelen llevar perfume ya que es un punto extra a valorar por el consumidor y conservantes, que posibilitan que duren tiempo sin contaminarse. Los aditivos extra dependen en primer medida, de las propiedades buscadas en el champú. Por ejemplo, en los champús para cabello teñido suelen añadir filtros Ultravioletas y tensioactivos menos agresivos para no dañar el color y para el efecto liso o hidratante se adicionan siliconas o emolientes.
Pero más allá de la higiene y de facilitar el peinado, los efectos del champú sobre nuestro cabello son limitados, como decíamos antes, por el escaso tiempo de contacto con nuestro cabello.
Champús sin sulfatos
La tendencia actual es la de proteger el cabello y usar champús no demasiado agresivos. Champús que solo eliminen la suciedad sin eliminar la protección natura grasa que contiene la cutícula. Esto se consigue eliminando los sulfatos del champú.
Pero, ¿qué son los sulfatos?
Son tensioactivos de tipo anionico muy eficaces contra la suciedad acumulada en el cabello, pero que pueden resecar el cabello. Esto hace que posteriormente debamos usar otros productos para facilitar el peinado o recuperar la hidratación. Los principales sulfatos añadidos a los champús son: sodium Lauryl Sulfate (SLS) o Sodium Laureth Sulfate.
En los cabellos teñidos los sulfatos arrastran antes el color y en los cabellos secos, estos se resecarán más. De esta manera, se sustituyen por otros tenso-activos más suaves.
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