El bienestar del cabello comienza con un cuero cabelludo sano. A continuación te explicamos cómo tener un cuero cabelludo más sano con los valiosos consejos de nuestro equipo de expertos.

Un cuero cabelludo sano marca la diferencia

Sin un cuero cabelludo sano, no puede haber un cabello sano. Cada champú, cada loción, cada tratamiento, incluso antes de actuar sobre el cabello, afecta al cuero cabelludo. Si no se le presta la debida atención, de hecho, se puede incurrir fácilmente en condiciones desagradables como irritación, picor, caspa, dermatitis y descamación, que a su vez, pueden obstaculizar el crecimiento normal y adecuado del cabello, en lugar de estimular el adelgazamiento del cabello e incluso conducir a una abundante pérdida de cabello.

Síntomas similares para diferentes patologías

El cuero cabelludo es una zona muy delicada y la alteración de su equilibrio es más frecuente de lo que se cree. Cuando esto ocurre, hay señales que son difíciles de ignorar. Los síntomas más comunes son el enrojecimiento, el ardor, la descamación y el picor. Identificar el origen de este desequilibrio es el primer paso para restablecer la salud del cuero cabelludo. Por ejemplo, tratar un caso de psoriasis o dermatitis seborreica como si fuera caspa no conducirá a una mejora definitiva de su estado.

Psoriasis del cuero cabelludo

Psoriasis del cuero cabelludo

Las manchas rojizas y las escamas blanquecinas son los síntomas que distinguen a esta enfermedad de la piel. La psoriasis, de hecho, es un trastorno del cuero cabelludo debido al crecimiento desordenado de la epidermis. En un cuero cabelludo afectado por la psoriasis, el pelo parece más fino, la cutícula está dañada y, a menudo, se produce una pérdida prematura del cabello.

Caspa y dermatitis seborreica

Caspa y dermatitis seborreica

Por otro lado, la caspa y la dermatitis seborreica tienen en común el daño a la cutícula externa de los tallos del cabello. Esto los hace más opacos y quebradizos. Mientras que un champú antifúngico puede ser suficiente para tratar la caspa, el tratamiento de la dermatitis seborreica es mucho más complejo. De hecho, depende tanto de factores genéticos como hormonales y, por ello, es más común en el género masculino. Mientras que la caspa se caracteriza por escamas blanquecinas, la dermatitis se manifiesta con pequeñas lesiones eritematosas, que son zonas especialmente enrojecidas y con escamas de aspecto graso.

Remedios para un cuero cabelludo más sano

La psoriasis, la caspa y la dermatitis seborreica son tres de los trastornos más comunes del cuero cabelludo. Aunque cada uno de ellos requiere un tratamiento específico, existen algunas precauciones que, si se aplican de forma correcta y constante, pueden resultar útiles tanto para prevenir como para tratar estas patologías. He aquí, pues, los cinco consejos de nuestro equipo de expertos de Kmax para aprender a cuidar el cuero cabelludo.

1. Limpieza suave y específica

Si eliges un champú demasiado agresivo o excesivamente desengrasante, corres el riesgo de dejar la piel seca, lo que provoca caspa, irritación y picores. Es importante prestar atención al tipo de limpiador que eliges para tu rutina. Un buen hábito es seleccionar champús ultra suaves y, sobre todo, libres de SLS, SLES, parabenos y siliconas como todos los champús de las líneas Kmax.

limpieza suave

La presencia de tensioactivos y agentes químicos no valiosos, con el tiempo, puede romper el delicado equilibrio del cuero cabelludo provocando irritaciones en la piel. Además, antes de comprar un champú es bueno saber cuál es la principal necesidad de tu cabello: el exceso de sebo y la piel grasa, las puntas quebradizas y el cabello dañado, el cabello quebradizo y con poco espesor requieren tratamientos diferentes.

2. Detener el exceso de sebo

El sebo es una sustancia esencial para la salud de nuestro cuero cabelludo: ejerce una acción protectora y reparadora de los agentes externos. Sin embargo, la hipersecreción de sebo, o su producción excesiva, se considera un trastorno del cuero cabelludo, ya que puede provocar irritación, enrojecimiento, caspa grasa y dermatitis seborreica. Cuando se sufre de seborrea, la acción más instintiva es lavarse el pelo todos los días con el objetivo de eliminar el exceso de grasa. Esto no hace más que activar de nuevo las glándulas sebáceas que, para defenderse de los detergentes agresivos y constantes, producen aún más sebo.

¿Qué hacer entonces? Para reducir la producción de sebo, se recomienda elegir champús, acondicionadores y mascarillas capilares. Además, una dieta sana y una suplementación alimentaria adecuada pueden marcar la diferencia. Entre los principios activos naturales conocidos por sus propiedades seborreguladoras y purificadoras, están la bardana, el flúor y la caléndula.

3. Masajear el cuero cabelludo

Masajear el cuero cabelludo es un buen hábito para estimular la salud y el bienestar del cabello. De hecho, el masaje mejora la microcirculación del cuero cabelludo favoreciendo el correcto flujo de sangre hacia el cráneo. Esto garantiza el correcto aporte nutricional a los folículos pilosos, que estarán más sanos y serán más resistentes. Además, el masaje del cuero cabelludo es útil en caso de pieles secas, ya que gracias a este movimiento se estimulan las glándulas sebáceas para que produzcan la cantidad adecuada de sebo para evitar que el cabello se vuelva seco y opaco, reduciendo así también el riesgo de descamación.

4. Spray folicular para un cuero cabelludo sano

Para restablecer rápidamente las condiciones óptimas del cuero cabelludo y promover el nivel adecuado de hidratación de la epidermis, el producto ideal para incluir en su rutina diaria es el Spray Estimulante del Folículo Capilar Kmax. Su formulación gira en torno a un ingrediente clave: los péptidos de cobre. Patentados por el Dr. Pickart, los péptidos de cobre han demostrado un gran poder antiinflamatorio y calmante en el cuero cabelludo. Son ellos los que hacen de la loción en spray Kmax el aliado perfecto para prevenir y tratar el cuero cabelludo enrojecido e irritado, reduciendo así también el riesgo de caspa y descamación.

5. Cuidado con los agentes externos

La niebla toxica, la contaminación y el cambio climático son agentes externos que pueden poner en peligro la salud de la cutícula. De hecho, no sólo pueden hacer que el cabello esté más seco y quebradizo, sino que también facilitan la acumulación de suciedad. Como resultado, tanto el cabello como el cuero cabelludo estarán más grasos y será necesario lavarlos con más frecuencia. Especialmente si vives en la ciudad, donde el índice de contaminación es más alto, es aconsejable que te limpies el pelo siempre que sientas la necesidad. También en este caso, la elección cuidadosa de un champú delicado y sin productos químicos permite limpiar a fondo sin correr el riesgo de irritación, enrojecimiento y descamación.

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